martes, 28 de febrero de 2012

Mis Ojos De Sol

Tenía en mi lista de los deseos, hacerme unas gafas de sol nuevas en cuanto tuviera hechas las de ver. Me merecía cambiarlas después de 8 años y algún que otro cambio de graduación...

Diesel. Marzo 2004
 

La verdad es que cuando me hice estas gafas, en realidad quería unas Ray-Ban tipo aviador, lo que la parte de abajo del cristal era tan caída que me tocaban las mejillas, y cuando sonreía, pues mucho más. Mi deseo de unas aviador era tan grande que me hice con éstas Diesel que eran las únicas que no me tocaban en las mejillas (es realmente incómodo y rollazo, a cualquiera que le pase sabe de lo que hablo), pero tiempo después (no mucho) y pasada la novedad, me dí cuenta de que, en parte, había cometido un error: eran unas gafas tipo aviador, sin ser unas Ray-Ban. Para las normas que mandan en la parte de mi mente que se encaraga de las elecciones, aquello era un sacrilegio. No sé si me explico: las gafas de sol Ray-Ban, la chaqueta de tweed de Chanel, el iluminador de Yves Saint Laurent... y así sucesivamente.
Pero entonces, hacía tiempo que me veía necesitada de unas gafas de sol, porque ya que tenía que llevar unas gafas graduadas y llegaba el buen tiempo y tal, no era una tontería tener unas. Pero no he podido evitar pensar todo este tiempo que llevaba en mi cara (y sigo llevando) una decisión equivocada. Con estas gafas he acabado teniendo una relación amor-odio. Sé que podría haber buscado otros diseños, pero mi estilo no me lo permitía: las gafas tipo Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes me resultan excesivamente femeninas y las gafa-pantallas que se llevaban hace unos años, me parecían y siguen pareciendo sinceramente horribles. Así que que mejor que decantarse por un clásico...

Y mi nueva elección vuelve a ser un otro clásico. En breve las presento, las de ver y las de sol!

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