lunes, 13 de junio de 2011

Cambio y Recambio de Armario

Hace unos días aprovechando el cambio de armario, ya sabes ropa de invierno fuera, bienvenida la de verano y ya me dirás tú qué hacemos con la de entretiempo, pues bueno, he aprovechado para hacer algo que tenía que haber hecho hace mucho tiempo: poner orden entre mi ropa, mis bolsos, mis zapatos (aquí miento y rompo esquemas: no tengo zapatos, sólo un par de Converse All Star Chuck Taylor para el invierno que son lo más cómodo que han llevado nunca mis pies! aunque bueno, tengo un buen surtido de chanclas, bailarinas y demás para el buen tiempo).
La verdad es que ordenado estaba (quien me conozca no lo pondrá en duda), el problema estaba en que tenía mucha y mucha ropa, y ropa, pues que ya ves tú, no tenía el armario lleno del tipo de prendas que debería tener una bloguera, básicamente tejanos y camisteas (¿os habéis fijado que todo el mundo cuando define su estilo siempre dice: tejanos y camisetas? y resulta que es cierto, solo hay que fijarse un poco en los demás...). La cosa es que tenía mucha ropa, algunas cosas me las he puesto hasta la saciedad y seguiré haciéndolo, de otras estoy más que aburrida, otras me las he puesto una vez y luego me las he mirado pensando qué me pasó por la cabeza para acabar comprando tal horror, otras me encantan pero ya no me veo con ellas pues porque mi estilo ha variado o me veo ridícula o que caray, porque no me quedan como me tendrían que quedar, y otras las sigo teniendo porque siento un extraño apego emocional hacia ciertas prendas o porque tal noche tal cosa o porque la tarde que me la compré iba con una amiga y surgió tal comentario...

Y al fin me armé de valor, abrí las puertas de mi armario y me puse a ello:
Primero de todo separé, saqué toda la ropa del armario y la fuí agrupando por tipos de prendas: camisetas, jerseys, pantalones, chaquetas... Entonces, con el armario libre he ido colgando, por ejemplo, las camisetas, y así viéndolas todas las iba escogiendo y sólo hay tres opciones que en realidad son dos: el sí, el no y el más que dudoso no sé. El sí es que te gusta, te la quedas, te la pones, es de tus favoritas o en todo en caso acabas de redescubrirla en tu armario de nuevo y sabes con certeza que no puedes prescindir de ella; el no es que principalmente no entiendes que caray te pasó por la cabeza para comprarte tal cosa y te la has puesto un par de veces contadas porque al fin y al cabo te gastaste algo; y por el último el no sé, no sé si me la quedo o no, me gusta pero no sé si me la pondré… blablabla sentimientos encontrados… Cuando haces un segundo repaso a las camisetas, esa que se debatía entre el sí y el no, se convierte en no (porque el no sé en realidad es un no tímido). No hagáis una tercera ronda a las camisteas (o lo que se tercie), os quedaréis sin...

Pues esto con todo tipo de prendas.

Con las prendas descartadas también tienes varias opciones:
1.tirarlas, básicamente porque están en mal estado: perdida de color, bajos de un pantalón excesivamente gastados, cuellos y puños roídos… Aunque sí que es cierto que hay prendas que ganan con el paso del tiempo, ya sea por la solera que cogen o por el cariño que se les va teniendo que eso es algo que se nota cuando se llevan, pero eso ya es personal.
2. darlas, ya sea a Cáritas, llevarlas a la parroquia o a cualquier organización que sepáis con toda seguridad que esa ropa irá a parar a manos de gente que la necesite. Se trata de prendas que tienen que estar en buen estado, que no vayas a llevarlas tú no significa que alguien no vaya a aprovecharlas.
3.repartirlas entre tus amigas. Seguro que alguna vez alguna amiga, hermana, incluso madre, te han dicho que les gusta ese vestido o ese bolso del que has decidido deshacerte, o que alguna de estas prendas piensas que podría gustarle a alguna amiga, pues separalo para ella.





Una vez eliminado todo lo que no te gusta de tu armario se trata de reorganizarlo: camisetas que pasan a ser usadas para dormir o para hacer deporte, tejanos que guardas para hacer parches en otros tejanos, arrancar todas esas molestas etiquetas que parecen libros (eso sí, rescatando los botones! increíble la cantidad de etiquetas que he quitado), recoser algún agujerillo, pasar la máquina "quitapelusas" a las prendas de lana (cuidado con los enganchones que luego hay volver a recoser...), y me he vuelto loca con los calcetines, la de calcetines que acaba acumulando una en el cajón de los susodichos así que me los he probado todos concienzudamente para ver cuales tenían las gomas gastadas y agujerillos indiscretos y molestos...
Y luego volver a guardarlo todo en el armario, primero separando bien las prendas de verano e invierno. Aquí la verdad que tengo mucha suerte porque ahora tengo para mí sola el armario que compartían mis dos hermanos, así que lo que no es de temporada lo dejo en el armario que tenía antes y no tengo que guardarlo en cajas. Cuando llega el momento de hacer el cambio de ropa de cada temporada solo tengo que llevar las prendas colgadas en sus perchas de una habitación a otra!
Perchas. La verdad es que me gusta tenerlo todo colgado en perchas, me gusta ver lo que puedo ponerme (y lo que no) de una sola vez, lo bueno es que haora después de haber eliminado tanta ropa del armario, ha quedado todo mucho más amplio y la ropa se luce incluso colgada, antes lo tenía todo tan apretado que no veía lo que tenía y siempre me acababa poniendo lo mismo (dramático). El criterio que he seguido ha sido separar las predas por tipos (camisetas, pantalones, abrigos...) y luego ordenando estas prendas  de más arregladas a más informales (lo reconozco, tengo un problema con el orden, me gusta el orden hasta límites que rozan lo maniático).
En cuanto a los bolsos, primero los dejé como os había tenido siempre: apilotonados uno encima de otro, pero claro, me he dado cuenta de que los de abajo nunca los acababa cogiendo, así que al final los he colocado uno al lado de otro, como si fuean libros, no es que aguanten muy bien, pero así todos tienen las mismas oportunidades de ser escogidos (pobrecitos)...





No lo dudes, reorganiza tu armario, haz limpieza, deshazte de la ropa que ya no te guste, que ya no te pongas y redescubre la que tienes (yo he descubierto un par de prendas que no recordaba haberlas tenido) y no de tejes llevar por sentimentalismos, es ropa, tiene importancia pero no le des la que no tiene. Es algo que tendría que haber hecho hace mucho tiempo, le he dado a mi armario y a mi ropa un aire nuevo, incluso en los días siguientes, me preguntaban si me había comprado ropa nueva! y lo mejor de todo es que este reorden de ropa me ha dado ganas de reorganizalro todo.
Ya os iré contando.

2 comentarios:

  1. gracias guapa! A mi me encantan los cambios!!!!!

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  2. Tienes toda la razón no hay que darle mas importancia a la ropa de la que tiene. Yo también soy de las que acumulo y acumulo hasta que un dia digo basta y me pongo a fondo a ordenar el armario, y ese dia me doy cuenta que hay muchas cosas que ya no me las pongo.

    Feliz semana o mejor dicho ya casi feliz fin de

    Un saludo

    Nia

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